3/4 kg de boniatos
250g a 300g de harina
1 cta. de azúcar
pizca de sal
1 cta. de jengibre en polvo
Pelamos los boniatos y los cocinamos en agua con sal, partiendo de agua fría. Cuando estén tiernos los escurrimos y hacemos
un puré, sacándole todos los grumos. Dejamos enfriar. Colocamos la harina en la mesada, en forma de corona y en el centro
colocamos el puré. Agregamos el azúcar, el gengibre, una pizca de sal y el huevo. Mezclamos los ingredientes del centro y
de a poco vamos incorporando la harina, hasta formar una masa suave que no se pegue a la mesada ni a las manos. Dividimos
la masa en bollos. Espolvoreamos la mesada con harina y formamos rollos del grosor del dedo. Cortamos trozos de 2 cm de espesor
y le damos forma pasándolos por los dientes de un tenedor, presionando bien y soltando hacia adelante. Los colocamos sobre
la mesada, previamente espolvoreada con un poco de harina. Calentamos agua, salamos y ponemos los ñoquis a cocinar. Estos
estarán prontos cuando suban a la superficie. Los colamos y los colocamos en una fuente. Podemos colocarle la salsa por arriba
o servirla aparte.
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